viernes, 23 de marzo de 2007

¡Que buena peda!


Sin pruebas se sabe que el verano pasado el entonces director de la policía judicial llamada Adolfo Karam Beltran se encontraba bebiendo alcohol e ingiriendo sustancias toxicas con un amigo, un conductor de un noticiero de radio, columnista en la filial poblana de un radio capitalino. El periodista con el paso del tiempo entrando en alcoholes le comento a su amigo que estaba enamorado de una alumna de la UDLA, niña que por supuesto no le hacía caso, por lo cual se sentía frustrado.
Sin embargo aquí la historia se divide en dos, la primera es que el periodista borracho tomo su coche y se dirigió a la UDLA por la 14 Oriente en busca de su amor, pero en el trayecto estrello su coche contra la maya de la universidad, en ese instante seguridad de la universidad salió a ver lo que sucedía, este se puso prepotente diciendo “ustedes no saben quien soy” y decidió llamarle a su amigo Karam quien por supuesto también se encontraba alcoholizado, llego con judiciales y rifles haciendo desmadres, la seguridad de la UDLA al ver el alboroto opto por sacar armas en su defensa…
Por otro lado, la otra versión de la historia cuanta que no fue el periodista el que fue a la UDLA sino Karam ya pasado de copas llego a la universidad en busca de esta joven para llevársela a su amigo entrando por la principal, se dice que entonces el rector Pedro Angel Palou García al enterase le llamo a un alto funcionario del gobierno estatal, al parecer Javier López Zavala (secretario de cultura de Mario Marínal principio del sexenio) y se quejo por la actitud de Karam, pasando algunas horas Karam deja las instalaciones de la Universidad pero quedando de acuerdo en que la UDLA pondría una denuncia en su contra y los elementos de la policía judicial por haber intentado entrar a la universidad con armas, se tramita la denuncia y ahí mismo en la procuraduría se encontraba Blanca Laura Villeda Martínez, y un señor de apellido Kim quien con rasgos orientales (al parecer es el jefe de seguridad de la UDLA) orienta las declaraciones de sus subalternos, se pone la denuncia de la cual se da carpetazo, por lo tanto no se investigo sobre Karam, pero este siendo obligado ante el patronato de la UDLA a pedir perdón
Esta historia, parece ser cierta pero no hay pruebas y en una clase me la conto mi profesor Martín Hernández Alcántara para que la subiera a mi blog.

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